miércoles, 22 de agosto de 2018

Las paradisíacas islas de Nueva Caledonia y su turismo


Reconocido por ser un archipiélago de gran majestuosidad lleno de islas. Las mismas tienen pequeños arrecifes que no han sido muy explorados hasta la fecha. De hecho, hace mucho tiempo, Nueva Caledonia era un destino que muy pocos se podían permitir. Sólo los que poseían una gran cantidad de dinero podía viajar hasta allí.
Ahora, eso ha cambiado. Las ofertas que hay ahora son incontables, los precios han bajado considerablemente y ahora puedes permitirte un viaje a este precioso archipiélago. Cabe destacar que el idioma oficial de todas las islas existentes en Nueva Caledonia es el francés. Eso no es todo, el archipiélago pasó a formar parte de Francia desde el siglo XIX, muchos habitantes disputan entre ser independientes y quedarse como estado no autónomo. 

Grande Terre es la isla principal y, como era de esperarse, es la más grande de todas, abarcando unos 15.000 kilómetros de extensión por unos, aproximadamente, 70km de ancho. Los viajeros suelen reclamar buenas partes del archipiélago, entre ellas las siguientes islas: Lifou, Tiga, Ouvéa, Belep y la isla de Los Pinos. Aquellos a los que les guste subir y escalar, cuentan con la montaña más grande de esa localización, Monte Panie. La misma tiene una altura de más o menos 1500 metros. Ofrece una vista maravillosa y quedarás impactado con la majestuosidad del paisaje.

Cosas importantes acerca de Nueva Caledonia


Muchos turistas suelen llegar primero a la isla principal (Grande Terre), debido al número extraordinario de especies animales que allí habitan. Suele ser la primera tarea que los visitantes se ponen, ir a la isla principal y observar la fauna que allí se encuentra. Desde Australia o Nueva Zelanda puedes entrar a Nueva Caledonia, tomando un vuelo desde cualquiera de esos países. Otra forma puede ser desde las ciudades francesas con aerolíneas que ofrezcan el servicio de llevarte hasta el archipiélago.
¿Cuál es la temperatura de Nueva Caledonia? Este lugar se encuentra justo en el trópico de Capricornio, lo que significa que se localiza en 19º y 23º de latitud sur. Los vientos y las lluvias son más que todo estacionales. Se recomienda viajar desde noviembre a febrero, donde el clima es bastante estable. De lo contrario, te verás sumergido en olas de calor insoportable.
En la parte occidental, la vegetación de la isla principal es xerófila. Es decir, están ocupadas por muchas capas de manglares y una extensa selva tropical. La especie animal más conocida es el Kagú, tiene el mismo tamaño que una gallina, su característica llamativa es la cresta y, además, está en peligro de extinción.

Aportes culturales y gastronomía


Desde que pasó a ser parte de Francia, ya este lugar poseía un toque francés mágico gracias a los colonizadores de su mismo origen. Su influencia fue muy grande y, sumado a esto, la extensión étnica proviene desde la antigüedad. Los melanesios desarrollaron la danza como el arte principal del lugar, conocida como el pilou. Esta se da en celebraciones tradicionales, como matrimonios, nacimientos, entre otros.
En la gastronomía se mezclan distintas adaptaciones que surgieron con el paso del tiempo. Los platos melanesios son los que abarcan mayor popularidad como estofados en los hornos canacos. Se utiliza la leche de coco como aglutinante para la receta contenida en el bougna (plato tradicional de Nueva Caledonia). Existen productos comunes de agricultura como el ñame, la yuca, el tomate, el banano, maracuyá y muchos otros. Todos estos ingredientes conforman un plato exquisito llamado “ensalada Tahití”. También están algunos embutidos que provienen de muchas recetas regionales originarias de Francia. La gastronomía es, sin duda, lo que le da un toque especial a este lugar mágico y sorprendente.

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