Reconocido por ser un archipiélago
de gran majestuosidad lleno de islas. Las mismas tienen pequeños arrecifes que
no han sido muy explorados hasta la fecha. De hecho, hace mucho tiempo, Nueva
Caledonia era un destino que muy pocos se podían permitir. Sólo los que poseían
una gran cantidad de dinero podía viajar hasta allí.
Ahora, eso ha cambiado. Las ofertas
que hay ahora son incontables, los precios han bajado considerablemente y ahora
puedes permitirte un viaje a este precioso archipiélago. Cabe destacar que el
idioma oficial de todas las islas existentes en Nueva
Caledonia es el francés. Eso no es todo, el archipiélago pasó a
formar parte de Francia desde el siglo XIX, muchos habitantes disputan entre
ser independientes y quedarse como estado no autónomo.
Grande Terre es la isla principal
y, como era de esperarse, es la más grande de todas, abarcando unos 15.000
kilómetros de extensión por unos, aproximadamente, 70km de ancho. Los viajeros
suelen reclamar buenas partes del archipiélago, entre ellas las siguientes
islas: Lifou, Tiga, Ouvéa, Belep y la
isla de Los Pinos. Aquellos a los que les guste subir y escalar, cuentan
con la montaña más grande de esa localización, Monte Panie. La misma tiene una
altura de más o menos 1500 metros. Ofrece una vista maravillosa y quedarás
impactado con la majestuosidad del paisaje.
Cosas importantes acerca de Nueva
Caledonia
Muchos turistas suelen llegar
primero a la isla principal (Grande Terre), debido al número extraordinario de
especies animales que allí habitan. Suele ser la primera tarea que los
visitantes se ponen, ir a la isla principal y observar la fauna que allí se
encuentra. Desde Australia o Nueva Zelanda puedes entrar a Nueva Caledonia,
tomando un vuelo desde cualquiera de esos países. Otra forma puede ser desde
las ciudades francesas con aerolíneas que ofrezcan el servicio de llevarte
hasta el archipiélago.
¿Cuál es la temperatura de Nueva
Caledonia? Este lugar se encuentra justo en el trópico de Capricornio, lo que
significa que se localiza en 19º y 23º de latitud sur. Los vientos y las
lluvias son más que todo estacionales. Se recomienda viajar desde noviembre a
febrero, donde el clima es bastante estable. De lo contrario, te verás
sumergido en olas de calor insoportable.
En la parte occidental, la
vegetación de la isla principal es xerófila. Es decir, están ocupadas por
muchas capas de manglares y una extensa selva tropical. La especie animal más
conocida es el Kagú, tiene el mismo tamaño que una gallina, su característica
llamativa es la cresta y, además, está en peligro de extinción.
Aportes culturales y gastronomía
Desde que pasó a ser parte de
Francia, ya este lugar poseía un toque francés mágico gracias a los
colonizadores de su mismo origen. Su influencia fue muy grande y, sumado a
esto, la extensión étnica proviene desde la antigüedad. Los melanesios
desarrollaron la danza como el arte principal del lugar, conocida como el pilou. Esta se da en celebraciones
tradicionales, como matrimonios, nacimientos, entre otros.
En la gastronomía se mezclan
distintas adaptaciones que surgieron con el paso del tiempo. Los platos
melanesios son los que abarcan mayor popularidad como estofados en los hornos
canacos. Se utiliza la leche de coco como aglutinante para la receta contenida
en el bougna (plato tradicional de Nueva Caledonia). Existen productos comunes
de agricultura como el ñame, la yuca, el tomate, el banano, maracuyá y muchos
otros. Todos estos ingredientes conforman un plato exquisito llamado “ensalada
Tahití”. También están algunos embutidos que provienen de muchas recetas
regionales originarias de Francia. La gastronomía es, sin duda, lo que le da un
toque especial a este lugar mágico y sorprendente.
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